Síntomas del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)

¿Qué es el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad?

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurobiológico, crónico y sintomáticamente evolutivo que cursa con síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad.

Los datos indican que entre un 2 y un 5% de la población infantil está afectada por el trastorno, que permanece hasta la edad adulta hasta en el 60% de los casos. Los síntomas del trastorno afectan al ámbitos escolar, familiar y social del niño, interfiriendo de manera negativa en su desarrollo.

¿Cómo identificar los síntomas del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)?

El TDAH aparece durante el desarrollo del niño, habitualmente se observan síntomas antes de los 7 años de edad. Sin embargo, no es hasta los 7 años que se puede confirmar con fiabilidad que los síntomas se deben a un trastorno del desarrollo, puesto que hasta ese momento muchos síntomas son evolutivos y no obedecen al trastorno.

Los síntomas del TDAH son relativamente persistentes a través del desarrollo y no remiten sin tratamiento, lo que supone un empeoramiento progresivo de su capacidad para hacer frente a las demandas y exigencias asociadas a su edad.

Cuando no se identifica ni se trata el TDAH en los niños y adolescentes, puede dar lugar a sentimientos de fracaso en todos los ámbitos de su vida, además de problemas más graves en la edad adulta.

El Manual Diagnóstico Estadístico de Enfermedades Mentales DSM-IV, distingue tres subtipos de TDAH:

1) Tipo combinado (en el que se dan síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad), 2) Tipo predominantemente inatento, en el que se presencian únicamente síntomas de inatención; y 3) Tipo predominantemente hiperactivo-impulsivo, en el que la atención está intacta pero hay síntomas de hiperactividad e impulsividad.

Vamos a explicar los síntomas de cada una de las esferas que componen el trastorno:

SÍNTOMAS DE INATENCIÓN

  • A menudo no presta atención suficiente a los detalles o comete errores.
  • Tiene dificultades para mantener la atención durante un periodo de tiempo largo.
  • Se dispersa y distrae con facilidad.
  • Parece que no escuchar cuando se le dan instrucciones.
  • No sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares.
  • Deja sin acabar la mayoría de las tareas, pasando de una a otra.
  • Tiene dificultades para organizar sus tareas y actividades.
  • A menudo evita o le disgusta dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido.
  • Extravía u olvida objetos necesarios para tareas, objetos personales, etc.

SÍNTOMAS DE HIPERACTIVIDAD

  • Mueve en exceso manos y pies o se levanta de su asiento constantemente.
  • Corre o salta excesivamente en situaciones en que es inapropiado hacerlo o se siente muy inquieto.
  • Le cuesta jugar o realizar  tranquilamente actividades, incluso de ocio.
  • A menudo “está en marcha” o suele actuar como si tuviera un motor por dentro.
  • Habla en exceso.
  • Cambia de tema constantemente cuando está hablando.
  • Con frecuencia presenta tics motores simples.

SÍNTOMAS DE IMPULSIVIDAD

  • Precipita respuestas antes de que le terminen de preguntar.
  • Tiene dificultades para esperar su turno y seguir las reglas sociales.
  • Interrumpe o se entromete en las actividades de otros.
  • Comete errores por no pensar antes.
  • No sabe resolver conflictos y actúa desde la impulsividad.
  • No mide las consecuencias de sus actos, llegando a realizar imprudencias.
  • Tiene accidentes con frecuencia.

Además de todos estos síntomas, un alto porcentaje de niños con TDAH tiene también afectadas las Funciones Ejecutivas, que son las capacidades que nos ayudan a alcanzar nuestras metas y que controlan el funcionamiento global del cerebro, en la organización y regulación de las tareas. Los problemas en esta capacidad implican dificultades para planificar tareas, gestionar el tiempo, organizarse, establecer prioridades y orientarse a los objetivos, usar la memoria de trabajo, controlar las emociones así como regular la conducta.

Todas estos síntomas afectan significativamente al plano académico, social, personal y familiar del niño, generando un gran sufrimiento y malestar.

¿Cómo evoluciona el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)?

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es un trastorno crónico, que perdura toda la vida. Hacia la adultez los síntomas de hiperactividad se atenúan, pero los síntomas de impulsividad e inatención permanecen, generando problemas en el entorno académico, social y laboral.

Un alto porcentaje de niños con TDAH no tratados:

  • Repiten un año escolar por lo menos una vez.
  • Tienen serias dificultades en las relaciones sociales.
  • Presentan ansiedad y/o depresión.
  • Tienen baja autoestima y un autoconcepto negativo.
  • No acaban el bachillerato y abandonan los estudios de manera precoz.
  • Presentan un comportamiento negativista y rebelde en el entorno familiar.
  • Presentan conflictos familiares graves.
  • Desarrollan problemas de conducta.
  • Tienen problemas de adicciones y/ o comportamiento antisocial.

¿Qué hacer si detecto síntomas de inatención, hiperactividad o impulsividad en mi hijo/a?

La detección precoz y el tratamiento resultan esenciales para los niños que presentan TDAH. Por ello, es de vital importancia ponerse en manos de un especialista en Psicología Infantil, que realice una evaluación pormenorizada de las áreas afectadas en el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad y  diseñe, si se confirma el diagnóstico, un programa de intervención estructurado encaminado a dotar al niño de las estrategias necesarias para superar sus dificultades y conseguir un adecuado ajuste académico, personal, social y familiar.

 

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