¿QUÉ SON LOS TICS?
Los tics son un problema que surge en la infancia. Son movimientos o sonidos involuntarios, breves y repentinos, que se repiten siempre de la misma forma. No tienen un objetivo, es decir, son movimientos que se realizan sin un motivo y que además son totalmente incontrolables para el niño. Habitualmente las personas que los sufren pueden intentar ocultarlos o reprimirlos durante un breve periodo de tiempo, pero a costa de elevada ansiedad y tensión que acaba provocando un estallido de tics.
¿QUÉ TIPOS DE TICS EXISTEN?
Existen los tics motores y fónicos. Vamos a aclarar qué es cada uno de ellos:
Los tics motores son movimientos que se realizan con el cuerpo. Estos movimientos pueden ser simples, movimientos bruscos y breves que se realizan con una sola parte del cuerpo, como por ejemplo, parpadear, hacer una mueca o mover la cabeza hacia un lado; o pueden ser muy complejos, movimientos más coordinados y complicados, que suelen durar más tiempo, como por ejemplo mover los hombros hacia arriba a la vez que se mueve la cabeza de una manera en particular.
Por otra parte, también tenemos los tics fónicos, que son sonidos y ruidos, que a su vez pueden ser simples, sonidos primitivos como toser, carraspear, hacer aspiraciones… o complejos, que implican la emisión de una palabra o incluso frases que se emiten de manera involuntaria.
¿DE DÓNDE SURGEN LOS TICS? ORIGEN DE LOS TICS
Una pregunta muy habitual en los padres es cuál es el origen de los tics. Sin embargo, no tenemos una respuesta clara para ello. Se conoce que el origen de los tics es orgánico y genético, no emocional, pero se desconoce con exactitud el mecanismo. Se piensa que algunas conexiones cerebrales situadas en los ganglios basales y en los circuitos de los lóbulos frontales podrían estar alteradas.
Pese a que los tics no son de origen emocional, se conoce que tienden a empeorar con factores emocionales tales como la ansiedad y el estrés.
INICIO Y CURSO DE LOS TICS
Suelen aparecer entre los 4 y los 8 años, siempre antes de los 18 años de edad, y con mucha frecuencia el primer tic que se presenta es el cierre de los párpados, sin embargo, existe una gran variabilidad entre niños.
La evolución de los tics también es muy variable, en ocasiones están presentes únicamente un periodo breve de tiempo y desaparecen para siempre, y otras veces, permanecen durante un mayor periodo. Durante el transcurso del trastorno, la frecuencia, la intensidad y el tipo de tics que muestra el niño es muy cambiante. Los niños con tics suelen estar periodos que sufren muchos tics, otros que desaparecen y mutar de un tic a otro cada cierto tiempo. Todo ello, recordamos, de manera involuntaria e incontrolable para el niño. No existe intencionalidad ni control en ellos.
Cuando los tics se presentan en un periodo inferior a un año, se habla de un tic transitorio, sin embargo, cuando exceden el año, se refiere a un tic crónico. No obstante, que se utilice la palabra “crónico” no quiere decir que el trastorno esté presente a lo largo de toda la vida. Habitualmente siguen un curso positivo, remitiendo de manera natural sobre los 10-12 años.
TRATAMIENTO DE LOS TICS
Pese al origen orgánico del trastorno, los estudios muestran una gran efectividad de la psicoterapia para el tratamiento de los tics. El tratamiento psicológico está orientado a propiciar la conciencia de la emisión de tics, es decir, que sea consciente de ellos, entrenar en relajación, aumentar la motivación y entrenar en respuestas incompatibles con la emisión de tics para llegar a su total control.
El tratamiento no sólo está indicado para reducir el malestar del niño y darle más autocontrol, sino para evitar los problemas asociados al mismo, como pueden ser el rechazo por parte de otros niños, las burlas, etc.
El uso de medicación como tratamiento también se encuentra indicado para los casos más graves, en donde los tics están afectando a la vida del niño.