Saltar al contenido
  • Inicio
  • Sobre mí
  • Servicios
    • Psicología infantil y juvenil
    • Talleres, charlas y formación
    • Psicología de adultos
  • Blog
  • Colaboradores
    • Fundación Adecco
    • Máster Terapia Psicológica en Niños y Adolescentes de UMH
    • Grado de Psicología de la Universidad Europea
    • Corporate Counselling Services
    • PSIKERED
  • Contacto
Menú
  • Inicio
  • Sobre mí
  • Servicios
    • Psicología infantil y juvenil
    • Talleres, charlas y formación
    • Psicología de adultos
  • Blog
  • Colaboradores
    • Fundación Adecco
    • Máster Terapia Psicológica en Niños y Adolescentes de UMH
    • Grado de Psicología de la Universidad Europea
    • Corporate Counselling Services
    • PSIKERED
  • Contacto

¿CUÁNDO Y CÓMO LLEVAR AL NIÑO AL PSICÓLOGO?

  • Por Andreína Pereda López

Autoras del artículo:

Andreína Pereda López – Psicóloga

María Dolores de Cárdenas – Abogada

 

La crianza es una tarea compleja en la que toda madre y todo padre puede llegar a sentirse perdido alguna vez. Durante los largos años de infancia y adolescencia se producen numerosos cambios y, en ocasiones, los padres se encuentran desorientados acerca de si dichos cambios son normales o existen razones suficientes para preocuparse.

Frente a este panorama, es conveniente consultar a un especialista en Psicología Infanto-Juvenil que pueda resolver nuestras las inquietudes y proporcionar la orientación y el asesoramiento apropiado sobre el caso en particular.

 

¿Cuándo debemos consultar al Psicólogo Infantil?

Es importante tener en cuenta que el psicólogo es una figura de apoyo que puede ser de utilidad tanto en problemas leves como trastornos más graves.

Los motivos de consulta son diversos y numerosos, pero, en general, podemos tomar como referencia la siguiente idea: “debemos acudir al psicólogo siempre que evidenciemos algún tipo de desajuste o sufrimiento en el niño en cualquiera de los contextos en los que se mueve: familiar, social, escolar, personal.”

Algunos de los motivos frecuentes de consulta son:

Dificultades de socialización y habilidades sociales:

  • Está aislado.
  • No tiene amigos.
  • Le cuesta relacionarse con los demás.
  • Tiene dificultades para resolver conflictos.
  • No sabe decir “no”.

 

Síntomas de Ansiedad:

  • Presenta somatizaciones sin causa médica: vómitos, dolores de cabeza, mareos…
  • Presenta algún tipo de fobia específica (fobia a la oscuridad, claustrofobia, fobia social, fobia escolar, etc.) que está interfiriendo negativamente en su vida.
  • Se preocupa con facilidad y con mucha frecuencia por diversos asuntos.
  • Se angustia ante la separación de sus figuras de apego.
  • Muestra una elevada ansiedad ante los exámenes que afecta a su rendimiento.
  • Muestra malestar si se relaciona con personas fuera de su círculo de confianza.
  • Presenta ataques de pánico y/o angustia al salir de casa.
  • Tiene elevada preocupación por la salud y la enfermedad.

 

Síntomas depresivos:

  • Está altamente irritable.
  • Se muestra más sensible de lo habitual.
  • Llora con mucha frecuencia.
  • Tiene ideas autolíticas y de suicidio.
  • Se autolesiona.
  • Muestra una baja autoestima.

 

Problemas de adaptación:

  • No supera la separación de sus padres.
  • Se ha alienado a uno de sus padres y se niega a estar con el otro progenitor.
  • Muestra un duelo patológico ante la pérdida de un ser querido.
  • Tiene dificultades para adaptarse a un nuevo colegio o una nueva residencia.

 

Problemas de conducta:

  • Le cuesta obedecer a las figuras de autoridad.
  • Infringe normas en el colegio y en el hogar.
  • Tiene comportamientos antisociales.
  • Agrede a otras personas o seres vivos.

 

Problemas de regulación de la ira:

  • Muestra accesos de ira.
  • No controla sus enfados.
  • Muestra agresividad verbal y física.

 

Problemas en el control de esfínteres:

  • Tras haber conseguido el control completo, muestra regresiones.
  • No ha conseguido el control esperable a su edad.

 

Dificultades de aprendizaje:

  • Muestra un retraso en la adquisición de la lectura y escritura.
  • Se distrae con frecuencia y no mantiene la atención.
  • Presenta un bajo rendimiento generalizado.
  • Muestra un retraso en el desarrollo (a nivel motor, comunicativo, etc.).

 

Trastornos de alimentación:

  • Ha bajado significativamente de peso.
  • Se niega a comer o restringe la ingesta.
  • Tiene atracones de comida a escondidas.
  • Muestra alta insatisfacción con su imagen corporal.
  • Hace uso de laxantes, diuréticos o la inducción del vómito para bajar de peso.

 

Otros motivos de consulta:

  • Sospecha de Altas Capacidades.
  • Presenta tics o hábitos nerviosos.
  • Manifiesta autoestimulación compulsiva o conductas sexuales inapropiadas.
  • Ha sufrido abusos sexuales.
  • Ha sido víctima en primera o tercera persona de violencia doméstica o de cualquier otro tipo.
  • Es víctima de Bullying.
  • Etc.

 

Estos, entre otros, son algunas de las causas que pueden llevar a padres y madres a consultar al psicólogo infantil. Sin embargo, no siempre existe consenso entre los progenitores sobre lo que se considera relevante o preocupante como para acudir a la consulta del psicólogo.

Esta discrepancia se ve agravada cuando se trata de progenitores separados. Con mucha frecuencia, cada uno tiene su propia visión del problema y ponerse de acuerdo sobre la necesidad o no de llevar al niño al psicólogo se vuelve una ardua tarea.

 

Cuando los padres están separados, ¿cómo proceder?

Para acudir al psicólogo es necesaria la autorización de ambos progenitores, independientemente de quién tenga la custodia del menor, será necesario que ambos consientan a su evaluación y tratamiento psicológico.

Por lo que, el primer paso, como es natural, es hablar con el otro progenitor para obtener la autorización por su parte. Es importante, en este punto, olvidarnos de las riñas personales que pueda existir entre la pareja y centrarnos en lo verdaderamente importante: el bienestar del niño.

Es posible que dicha conversación sea compleja debido a que el niño no se comporte del mismo modo en casa de uno y otro progenitor y que, por tanto, los comportamientos exhibidos en ambos entornos sean distintos.

Debemos comprender que esta situación es más habitual de lo que pensamos, incluso en hogares donde los progenitores están juntos y no existen problemas conyugales.

Por ello, en las conversaciones que mantengamos con el otro progenitor es elemental centrarnos en detallar las conductas del niño que nos preocupan y en las que evidenciamos algún tipo de sufrimiento o desajuste, desde la calma, dejando de lado la hostilidad o acusaciones y poniendo el foco en el niño.

Si el otro progenitor accede, en la primera consulta con el psicólogo ambos padres podrán aportar su visión del asunto y el terapeuta les ayudará a saber si es necesario realizar una valoración e intervención en el niño o no hay nada de lo que preocuparse.

Ante la duda, siempre es mejor consultar. La detección precoz es un factor relevante para asegurar un buen pronóstico en la mayoría de los problemas psicológicos.

 

Pero, ¿Qué podemos hacer cuando esta comunicación resulte infructuosa?

 

MARÍA DOLORES DE CÁRDENAS

Abogada

www.cardenaslegal.com

 

Procesos judiciales cuando no hay acuerdo entre progenitores para acudir al psicólogo

Tanto si los progenitores conviven juntos como si no, es posible solicitar al juez que determine quién de ellos tiene la facultad de decidir si llevar o no al menor a recibir asistencia o intervención psicológica. Imaginemos, por ejemplo, que un progenitor considera conveniente una evaluación psicológica para determinar si el menor pudiera tener altas capacidades, y que el otro progenitor no quiera hacerlo. Es posible resolver esta controversia a través de un procedimiento especial contemplado en el artículo 156 del Código Civil. En este proceso no es que el juez vaya a autorizar la intervención, sino que se le dará la facultad de elegir a uno de los progenitores, siempre en interés del menor. Se inicia a solicitud de uno de los progenitores y se celebra una vista en la que se practicarán las pruebas necesarias para tomar la decisión (básicamente la declaración de los progenitores, la del propio menor si es lo bastante maduro y las posibles recomendaciones de otros profesionales, como pediatras o tutores escolares). El juez dictará una resolución atribuyendo la facultad de decidir a uno de los progenitores.

Pero también hay casos en que la situación o el trastorno del menor es grave y se considera que la intervención del psicólogo debe hacerse de forma urgente para evitar mayores perjuicios. Pongamos por ejemplo que el menor esté siendo víctima de acoso en el ámbito escolar o en redes sociales; un progenitor quiere solicitar la intervención psicológica y el otro se niega o no contesta a la solicitud de autorización que se le pide. En estos casos, el procedimiento para solicitar autorización judicial será diferente: se regula en el artículo 158 del Código Civil y puede plantearlo el propio menor, cualquier pariente o incluso el Fiscal, y aquí sí el juez, después de la correspondiente vista y la práctica de las pruebas necesarias, es quien resuelve, determinando en su caso la realización de la intervención psicológica, además de otras posibles medidas para garantizar el bienestar del menor.

Informes psicológicos sobre habilidades parentales

En los casos de crisis familiares es muy habitual solicitar una evaluación psicológica y su posterior informe para determinar las competencias o habilidades parentales de los progenitores y de este modo saber qué tipo de custodia es la más adecuada en cada caso. Esto, que resulta muy conveniente, puede convertirse en un problema si la evaluación y el informe es solicitado por uno solo de los progenitores antes de plantear la demanda judicial, con el fin de aportarlo a dicho procedimiento como prueba que justifica las medidas que pretende respecto de los hijos menores.

Con el Código Deontológico en la mano lo que está claro es que el psicólogo debe informar siempre a ambos progenitores del desarrollo y resultado de cualquier intervención con un paciente menor de edad. Por ello siempre se deberá pedir el permiso del otro para intervenir con el menor, o bien la autorización de un juez, de la forma ya hemos explicado. En caso de que se haga la evaluación y en su caso el informe sin dicho consentimiento o autorización judicial, el psicólogo podría incurrir en responsabilidad disciplinaria. Para evitar este problema, lo normal es que los informes psicológicos sobre el tipo de custodia más adecuada se soliciten no antes, sino ya en el seno de un proceso contencioso de divorcio o de guarda y custodia, y sea precisamente el juez quien autorice la evaluación psicológica, no solo del menor, sino de todos los miembros de la familia, para hacer el informe correspondiente. De esta forma queda mucho más salvaguardada la imparcialidad de ese informe y su ajuste específico a las medidas que se vayan a plantear.

AntAnteriorVolver al cole en pandemia… ¿Cómo ayudar a los niños en su adaptación?
SiguienteVamos a ir al psicólogo, ¿cómo se lo explico al niño?Siguiente

Deja un comentario Cancelar la respuesta

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.

Psicoimagina logo RGB

Contacto:

  • 622165071
  • andreinapereda@psicoimagina.com

Dirección:

  • Calle Reyes Católicos 17, 3º Oficina 1 03003 Alicante

Páginas legales

  • Aviso Legal
  • Política de privacidad
  • Política de cookies

Síguenos en :

Instagram Facebook-f Linkedin-in

© Psicoimagina 2019. Todos los derechos reservados

El sitio web psicoimagina.com utiliza las cookies necesarias para que el sitio web funcione de forma adecuada, proporcionando una mejor experiencia de navegación, así como cookies que analizan el uso del sitio web por parte del usuario para medir y mejorar su rendimiento. Esta información generalmente no le identifica personalmente pero se puede utilizar para brindarle una experiencia web más personalizada.
Si deseas conocer su funcionamiento o modificar la configuración, haz clic en el botón correspondiente. AceptarAjustes de CookiesLeer más
Política de privacidad y cookies

Resumen de privacidad

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega por el sitio web. De estas cookies, las cookies que se clasifican como necesarias se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las funcionalidades básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede tener un efecto en su experiencia de navegación.
Necesarias
Siempre activado
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No necesarias
Las cookies que pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos personales del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados se denominan cookies no necesarias. Es obligatorio obtener el consentimiento del usuario antes de ejecutar estas cookies en su sitio web.
Funcional
Las cookies funcionales ayudan a realizar ciertas funciones, como compartir el contenido del sitio web en plataformas de redes sociales, recopilar comentarios y otras funciones de terceros.
Performance
Las cookies de rendimiento se utilizan para comprender y analizar los índices clave de rendimiento del sitio web, lo que ayuda a brindar una mejor experiencia de usuario a los visitantes.
Analiticas
Las cookies analíticas se utilizan para comprender cómo interactúan los visitantes con el sitio web. Estas cookies ayudan a proporcionar información sobre métricas, el número de visitantes, la tasa de rebote, la fuente de tráfico, etc.
CookieDuraciónDescripción
Google analytics365
Anuncios
Las cookies publicitarias se utilizan para proporcionar a los visitantes anuncios y campañas de marketing relevantes. Estas cookies rastrean a los visitantes en los sitios web y recopilan información para proporcionar anuncios personalizados.
Otras
Otras cookies no categorizadas son aquellas que están siendo analizadas y aún no han sido clasificadas en una categoría.
GUARDAR Y ACEPTAR