Después de más de un mes de confinamiento diciéndoles a nuestros hijos que no pueden salir de casa porque hay un virus, o como dice mi hijo “un bicho malo”, ahora toca desdecirnos y explicarles que podrán salir, aunque con limitaciones. Algo que resulta complejo de entender para los niños que relacionan el salir de casa con la libertad, el descontrol, las risas, el contacto con otros niños, los parques… Así que, frente a este panorama que tenemos por delante, los papás debemos afrontar una nueva tarea: preparar a nuestros niños para dar el gran paso de salir a la calle de una manera segura y responsable.
¿Cómo podemos prepararles para salir a la calle?
- Explícales la situación y adecúa las expectativas a la realidad. Los niños imaginan ese momento yendo a los sitios que más les gustan, visitando parques y jugando con sus amigos. Elige un momento del día en el que estén tranquilos, siéntate a su lado y cuéntales que pronto podrán salir a la calle a dar pequeños paseos pero que el virus continúa estando así que deberán hacerlo siguiendo unas precauciones. Es importante establecer una serie de normas para salir y asegurarnos que el niño las comprende. Si es muy pequeño y no comprende bien la situación podemos hacer uso de dibujos para explicar lo que podrán y no podrán hacer, siempre relacionándolo con su bienestar y la seguridad de todos. Los niños son grandes aprendices visuales y comprenden muy bien la información que proviene de esta vía.
- Usa la empatía cuando le expliques el por qué no podrá ir a ver a sus abuelos o no podrá juntarse con sus amiguitos. Los niños son asombrosamente sensibles y cuando relacionamos hechos a emociones y consecuencias comprenden mejor las situaciones y, por tanto, actúan en consecuencia.
- Es natural que muchos niños hayan desarrollado cierto temor o miedo a salir de casa, al igual que los adultos. Si esto ocurre deberemos ir muy poco a poco y evitar trivializar los sentimientos del niño. Con comprensión, podemos explicarle que es beneficioso salir para su desarrollo, para seguir creciendo sano y feliz. Podemos usar algún símil explicándoles que como las plantas, las personas debemos tomar un poquito de sol para crecer y sentirnos bien. Sin embargo, no debemos decirle que el virus ya no está o hemos superado el problema, ya que le generaría aún más incertidumbre y preocupación al ver que no es cierto y descubrir que les hemos mentido. Lo más adecuado es explicarle que salir es positivo para ellos pero que para que sea seguro debemos tomar ciertas precauciones. Dotarlo de control en el proceso le ayudará a disminuir su miedo, por ejemplo, explicándole que con el uso la mascarilla lo más probable es no contagiarse. Aún así, si su miedo persiste, debemos darle tiempo y realizar al principio salidas muy breves que progresivamente se irán ampliando según evolucione su malestar. Durante la salida, podemos ir preguntándole cómo se siente, qué piensa o qué imagina para detectar posibles pensamientos negativos e irracionales y ayudarle a afrontar la situación, siempre desde la comprensión, la empatía y el amor.
- Otro de los “problemas” que plantean estas salidas cuando el riesgo aún está presente en nuestras calles es hacer uso de las medidas de protección como guantes y mascarilla. ¿Cómo consigo que se ponga la mascarilla?, me han preguntado ya muchos papás. Se ha dicho, al menos a día de hoy, que su uso será opcional aunque muy recomendable. Así que si vais a hacer uso de la mascarilla, sobre todo con los más pequeños, podéis plantear su uso como un divertido juego de rol.
EN LA CALLE, SOMOS SÚPER HÉROES«A la calle salimos a combatir el virus como héroes, con capa, mascarilla y guantes. Se ha confiado en nosotros para esta delicada misión. Para esta tarea no debemos ser descubiertos por el virus, esto es muy importante. Es una misión secreta de Súper Héroes y por ello deberemos caminar sigilosamente y hacernos invisibles: no acercarnos a nadie para no ser visto, no tocar nada para no dejar huellas y usar la mascarilla para no dejar ni rastro.» |
Los niños tienen una capacidad imaginativa muy grande, podemos hacer uso de ella para incentivar a que usen las medidas de protección como los guantes y las mascarillas como parte de un juego. De esta manera haremos más amena la experiencia y evitaremos entrar en conflicto cada vez antes de salir de casa.
- Ahora que van a empezar a salir es imprescindible extremar la higiene al volver de casa, así que organiza una rutina de higiene y limpieza post salida. Podéis escribirla en un folio y pegarla a la entrada acompañándola de dibujos para los más pequeños. Antes de salir por primera vez debemos explicársela a los niños y asegurarnos de que lo comprenden bien, incluso podemos ensayar la secuencia. Al llegar a casa, repasaremos juntos la lista para ir paso a paso y mantener unos correctos hábitos de higiene sin saltarse ningún punto.
- Reforzar las conductas positivas. Para muchos niños, mantener esos hábitos cuando salgan a la calle y cuando vuelvan de casa será difícil, por lo que es esencial reforzar verbalmente lo orgullosos que estamos de ellos y lo bien que lo han hecho. A los más pequeños de la casa podemos premiarlos con gomets o pegatinas a modo de recompensa.
- Si han cometido alguna imprudencia durante la salida o al llegar a casa con los hábitos de higiene, deberemos explicárselo con calma, sin enfadarnos y proponer juntos un plan para volver a afrontar la situación de una mejor manera. Es una situación novedosa para ellos, son niños y es natural que cometan errores u olviden por un momento nuestras indicaciones. Lo más adecuado es explicárselo con calma y de manera positiva para que la próxima vez podamos evitar el riesgo.
Con todas estas recomendaciones haremos de las salidas de los niños un momento agradable, alejado de las tensiones y las preocupaciones, en donde tanto los niños como los padres disfrutaremos enormemente.